WIRED se asoma al futuro de la realidad

Colorida ilustración geométrica con una persona que sostiene un smartphone para hacer una foto.

La primera película de Matrix presentó a una generación de aficionados a la ciencia ficción una antigua sierra filosofal: ¿Y si toda tu realidad fuera un engaño? Dos décadas después, el argumento de la película -unos renegados librepensadores intentan desenmascarar las mentiras que se esconden tras un sistema opresivo- sigue siendo tan actual como siempre, pero su premisa conceptual parece casi pintoresca. Las tecnologías que han surgido desde entonces plantean la cuestión de lo que es real, pero ahora lo hacen de formas más extrañas de lo que predijo la película, aunque rara vez tan siniestras.

Tu realidad cotidiana es una experiencia cada vez más sintética: Las voces computerizadas habitan en tus altavoces inteligentes, los deepfakes devuelven a la vida a actores de cine muertos y las obras de arte generadas por IA alcanzan precios exorbitantes en las subastas. El simulacro se extiende también a los alimentos: Las estanterías de los supermercados ya contienen innumerables sustitutos veganos de la carne y otros productos animales, y dentro de poco se les unirá la carne "de verdad", cultivada en laboratorio. Puedes habitar realidades virtuales y aumentar tu realidad física con personajes virtuales (Pokémon Go), señales de tráfico (Google Live View) o muebles (Ikea Studio). Todos tus perfiles en las redes sociales pueden ser reales, pero ¿refleja alguno de ellos "tu yo real"? La misma pregunta es válida para los perfiles que ni siquiera puedes ver: los creados a partir de los datos de las empresas de tarjetas de crédito, los sitios de compras o los motores de búsqueda. Cada uno de ellos es una versión virtual de ti que influye en tu vida física y, si hay errores en los datos, te hace pasar por alguien que no eres. Y ahora, de repente, todo el mundo habla de construir algo llamado "metaverso". "

Este artículo aparece en la edición de diciembre de 2021

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