Érase una vez -en los años 80 y 90- en que las franquicias de películas de terror eran tan populares como las de Marvel. Viernes 13, Pesadilla en las calles de Elm, Halloween... las películas de terror se estrenaban en masa. Eran asquerosamente divertidas, un buen motivo para chillar en la oscuridad con los amigos. También eran una vía de escape, una catarsis a través de la liberación de tensiones empapadas de sangre.
En 1996, una llamada telefónica lo puso todo patas arriba. Desde que esa voz espeluznante llegó al teléfono fijo de Drew Barrymore y preguntó: "¿Te gustan las películas de miedo? "la metanarrativa de terror de Scream ha quedado grabada a fuego en la conciencia de la cultura pop. Cuatro películas y una serie derivada para MTV después (sin olvidar la parodia de Scary Movie), sigue siendo una de las franquicias de terror más taquilleras de todos los tiempos.
Ahora, hay una quinta entrega que llegará en 2022, y aunque más Scream nunca es una mala idea, es difícil no preguntarse si los mejores sustos de la franquicia son replicables en un momento en que los adolescentes tienen teléfonos inteligentes y Nest puede bloquear remotamente sus puertas por la noche. A mediados de los 90, la gente respondía al teléfono cada vez que sonaba y muy pocos tenían identificador de llamadas. La espeluznante llamada de Ghostface era inevitable. Los sistemas de seguridad doméstica existían, pero no eran como los de ahora, que todo lo ven a través de Internet. Con cámaras apuntando a todas las entradas posibles, ¿puede haber alguien acechando en las sombras? ¿Puede Ghostface acercarse a los estudiantes de secundaria en casa si tienen Ring? Por desgracia, la respuesta es sí.
¿Cómo? En pocas palabras, los asesinos sólo tienen que ser creativos. En 1996, Ghostface era capaz de burlar a todo el mundo con teléfonos móviles y cambiadores de voz. Por aquel entonces, a Sidney Prescott (Neve Campbell) le preocupaba que su novio fuera un asesino porque tenía un teléfono móvil; hoy en día, la gente probablemente pensaría que eres un asesino si no lo tienes. Pero aunque los teléfonos inteligentes significan que nadie tiene que coger el teléfono fijo, también significan que todo el mundo es rastreable. ¿Y esas cámaras de seguridad y aplicaciones para controlar la luz? Hackeables. Alguien podría estar mirándote a través de la cámara de tu portátil ahora mismo.
Parece que es aquí donde la nueva Scream (que, confusamente, también se llama Scream) va a encontrar sus escalofríos. En el tráiler de dos minutos de la película, tras recibir una aterradora llamada a su teléfono fijo, se muestra a una joven luchando febrilmente contra las cerraduras inteligentes de su casa, precisamente lo que debería protegerla. Mientras las cierra, el asesino, al acecho en algún lugar desconocido, las desarma. Ella ya ha perdido todo el control. Se desata el pánico. La sensación de seguridad se hace añicos.
De un solo golpe, el público recuerda por qué Ghostface fue siempre el villano perfecto de las películas de terror: Es humano. A diferencia de los Jasons y Michael Myers del mundo, la persona dentro del traje no tiene poderes sobrenaturales. Tropieza y gruñe cuando le atacan, y no tiene las uñas de Freddy Krueger. Sus únicas habilidades provienen de artilugios, algo que le hace mucho más plausible - y mucho más horripilante.
Entonces, si ese monstruo humano se hace con la tecnología moderna, ¿qué clase de horrores puede causar? Sabemos que la tecnología ya se ha utilizado para fomentar el maltrato. La violencia doméstica, dirigida principalmente contra las mujeres, puede aumentar con el uso de dispositivos inteligentes y otras tecnologías. Ya ha habido noticias en las redes sociales de mujeres que han encontrado AirTags de Apple pegados a sus coches tras darse cuenta de que habían sido rastreadas por acosadores.
El Scream original es perfecto para 1996. Pero revivirla ahora significa que tiene que ser mucho más inteligente (y la franquicia ya era bastante inteligente para empezar). Queda por ver si la nueva entrega lo hará, y cómo, pero llama la atención que no se llame Scream 5. Quizá el objetivo sea traer de vuelta a Sidney (y a Gale, y a Dewey...) para un último susto antes de reiniciar la franquicia con un villano más sabio y vil.
Los monstruos como Freddy no pueden ser vencidos porque no están vivos como tú y yo. Pueden caerse de los balcones, ser apuñalados o quedar atrapados en una casa que se incendia, y desaparecer rápidamente cuando el espectador gira la cabeza. Esa idea es espeluznante, pero lo que da más miedo -lo que ha explotado Scream- es que hay monstruos que caminan entre nosotros todos los días. El póster oficial lo dice todo: Siempre es alguien que conoces. Ghostface es un inquietante recordatorio de que el asesino puede ser un compañero de clase, un compañero, un amigo. No importa lo lejos que hayamos llegado, no podemos huir de ellos.
