En lo más profundo de la Tierra Media hay un bosque -o quizá una cueva o una choza- y en ese bosque (o cueva o choza) tiene lugar una historia, siglos antes de los acontecimientos de El Señor de los Anillos. ¿De qué trata? Quién sabe. Está en algún lugar de los apéndices de los libros de LOTR. Y aunque algunos de los fans más acérrimos de El Hobbit no lo conocen, Amazon está preparando una serie completa basada en él. Esto, querido lector, es lo que promete El Señor de los Anillos: Los Anillos del Poder.
Vale, para ser justos, es un poco jocoso. Pero, en el fondo, podría ser cierto. Los escritos de J.R.R. Tolkien trascienden generaciones porque son muy ricos: la gente se pierde en la construcción del mundo, imaginando lo que puede haber a la vuelta de cualquier esquina, a través de cualquier puerta. Sin embargo, el problema de la popularidad de Tolkien es que ahora los estudios buscan en todos esos rincones más historias que adaptar. Así, el 2 de septiembre, Amazon estrenará el primer episodio de lo que, al parecer, se convertirán en cinco temporadas de televisión basadas en unas 150 páginas de historia que Tolkien escribió después de que El Hobbit y la trilogía de LOTR se hicieran tremendamente populares. ¿Será increíble? Puede que sí. ¿Parece exagerado? Sin duda.
Es difícil culpar a Amazon por querer hacer esto, y potencialmente erróneo señalarles a ellos. En Disney+, la Casa del Ratón está creando series independientes para todos los personajes de Marvel que encuentra, desde Loki hasta Moon Knight. Está haciendo lo mismo con Star Wars, repartiendo series para Boba Fett, Obi-Wan Kenobi y Ahsoka como Oprah solía repartir las llaves de los coches. A los fans les gustan algunos de ellos, sin duda, y es fácil entender por qué Lucasfilm querría sacar provecho de tantos favoritos seguros, pero en cierto punto, se convierte en demasiado.
Muchos críticos culturales, incluidos mis colegas, han lamentado la carga que supone el streaming: las horas y horas de contenidos disponibles que ningún ser humano podría ver en su totalidad. Otros se quejan de la constante explotación de contenidos ya trillados para crear otra serie o miniserie. Mis quejas no van por ahí; no soy un completista y no me importa no poder ver todas las series. En cambio, mi crítica es lo que este tipo de exceso hace a la parte imaginación juega en el fandom. Si los servicios de streaming se propusieran dedicar horas de televisión a cada Jedi
No quiero ponerme en plan "woo-woo" (me voy a poner en plan "woo-woo"), pero uno de los factores que más han contribuido al fandom siempre ha sido la capacidad de hacer propio un personaje o una historia. Todos tenemos ideas diferentes sobre lo que ocurrió en la Comarca después de que Bilbo partiera en su aventura. (¿Mi suposición? Una bacanal de "Adiós Bolsón".) Pero nadie necesita una serie sobre ello. (La mayoría de las grandes franquicias -las Marvel, las DC, las Stars, tanto Wars como Trek- prosperan porque una sólida construcción del mundo permite a los fans imaginar lo que ocurrió fuera del marco. Explorar demasiado ese territorio puede parecer un aguafiestas. Sí, la imaginación es infinita y los fans siempre pueden soñar con nuevos escenarios, pero llega un punto en el que hay que parar. El patrimonio neto de Jeff Bezos asciende a casi 150.000 millones de dólares: ¿tiene que poseer también los derechos de los rincones más recónditos de la Tierra Media? (Parece ser que sí. Amazon pagó unos 250 millones de dólares por los derechos de los apéndices de los Anillos y está gastando cientos de millones más por cada temporada de la serie).
Si se piensa en ello lo suficiente, es inevitable pensar en la fan fiction y el slashfic. Allí parece seguro. Puede que los servicios de streaming estén agotando todos los rincones de los universos conocidos, pero seguro que no pueden ir tan lejos. Por mucho que algunos fans disfruten con una serie de Stucky, es difícil imaginar que Disney+ se adentre tanto en el terreno de la ficción. Esperemos que haya algunos lugares donde los servicios de streaming nunca irán, y ciertos capítulos del canon de la cabeza permanecerán sacrosantos. Hay consuelo en ello. Pero si las empresas van a seguir expandiendo las mismas franquicias una y otra vez, harían bien en dejar algunos reinos -algunas cuevas, algunas chozas- intactos. Pero, francamente, no me extrañaría que un ambicioso ejecutivo de desarrollo empezara a buscar en FanFiction.net o Archive of Our Own. Mira lo que pasó con Cincuenta sombras de Grey.